Puede variar según el tipo de piel de cada persona, pero el bronceado generalmente dura entre dos y cuatro semanas después del último día de descanso en una tumbona, el tiempo que la piel tarda en renovarse de forma natural. Sin embargo, con algunos trucos fáciles de adoptar, es posible disfrutar de él un poco más tiempo…
Hidrata tu piel
Lo habrás notado: después del verano, la piel suele estar muy seca debido al sol, pero también al agua salada del mar o al cloro de la piscina. Una buena hidratación refuerza la película hidrolipídica que se ha debilitado durante las exposiciones solares y devuelve la suavidad a la piel, además de prolongar el bronceado. Por la mañana y por la noche, adopta el hábito de aplicar una crema rica en activos como el aloe vera, la manteca de karité o el aceite de argán, que restauran la barrera cutánea y retienen la humedad. Después de cada ducha, sobre la piel ligeramente húmeda, utiliza un aceite corporal para sellar la hidratación.
Usa un exfoliante suave para el cuerpo
La creencia de que el exfoliante borra el bronceado es totalmente errónea. Al contrario, es una excelente manera de mantener el resplandor de la piel bronceada. Una vez por semana aproximadamente, este gesto de belleza ayuda a eliminar las células muertas de la piel que tienden a dar un aspecto opaco y rugoso al bronceado. También mejora la hidratación de la piel y, al final, ofrece un bronceado más uniforme y luminoso durante algunas semanas más. Opta por un exfoliante suave y gestos igualmente suaves. No es necesario frotar, el exfoliante no será más eficaz y podrías dañar tu piel.
Exponte al sol de manera segura
Si vives en una zona donde es posible disfrutar de un hermoso verano indio, sigue descansando bajo los rayos del sol para estimular la producción de melanina y prolongar tu hermoso bronceado. Mientras tomas un café en una terraza, haces un picnic en el parque o te dedicas a la jardinería… Cualquier ocasión es buena para una última dosis de bronceado. Pero cuidado, siempre evita las horas más calurosas y protege bien tu piel con una crema con SPF 30 o 50.
Evita duchas demasiado calientes
Evita convertir tu baño en una sauna, ya que el agua caliente deshidrata la piel al eliminar los aceites naturales que retienen la hidratación. Opta por duchas tibias o incluso frías para las más atrevidas, ya que de esta forma preservarás la flexibilidad de tu piel y ayudarás a prolongar el resplandor de tu bronceado. Un pequeño consejo adicional: usa un aceite de ducha limpiador para un extra de hidratación.
Toma complementos alimenticios
Si empezaste a tomar nuestros gummies para el bronceado Good Sun al inicio del verano para preparar tu piel para el sol, no dudes en continuar tu tratamiento después de las vacaciones para apoyar tu bronceado. Para una piel dorada hasta después de la vuelta al trabajo, generalmente recomendamos tomarlos durante un período de 3 meses. Su fórmula única, con delicioso sabor a durazno, se basa en un complejo de fitopigmentos vegetales a base de cobre, vitamina E y selenio, que prolonga el bronceado y también ayuda a reparar los daños del sol. Un empujón para la salud y la belleza, el secreto de una tez radiante y sublimada.
Adopta una alimentación rica en betacarotenos
Poner sol en tu plato también es una excelente manera de mantener tu bronceado. Por la mañana, tómate el tiempo para preparar jugos con extractor a base de frutas y verduras ricas en betacaroteno, como zanahorias, albaricoques o mangos. También consume alimentos ricos en vitamina C (cítricos, kiwis), vitamina E (almendras, aguacates) y selenio (nueces de Brasil, pescados, mariscos). Son aliados naturales para un bronceado más duradero, que se mantiene radiante a largo plazo.
Hidrátate regularmente
Al igual que es importante hidratar tu piel todos los días, también es esencial beber mucha agua a diario. Bebe idealmente dos litros de agua por día, sin esperar a tener sed. Si te cuesta alcanzar este objetivo, un buen truco es aromatizar el agua con rodajas de limón, pepino, sandía, fresa, frambuesa… o añadir de vez en cuando una pequeña gota de jarabe de tu elección. Sin embargo, evita los excesos de alcohol y cafeína, ya que pueden deshidratar la piel y hacer que tu bronceado se desvanezca más rápidamente.
Engaña con el maquillaje
Ni visto ni conocido, el polvo bronceador es un excelente producto para darle un toque de color a tu piel de manera discreta. Para un efecto muy natural, elige el mate (en lugar del iridiscente) y aplícalo sobre la piel desnuda o después de la base de maquillaje, en las zonas donde el sol normalmente deja su huella, es decir, en la frente, la nariz, los pómulos y el mentón.
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